Preparar un inmueble para su venta no implica únicamente ordenar o limpiar. Va mucho más allá: se trata de transmitir sensaciones agradables, de crear un entorno acogedor y de permitir que el visitante se imagine viviendo allí. Bajo este enfoque surge el concepto de home staging, una técnica de marketing inmobiliario que, con recursos sencillos y accesibles, puede contribuir a acelerar el proceso de venta y aumentar el atractivo de la propiedad.
Iluminación: claridad que transmite bienestar
Una vivienda bien iluminada se percibe más amplia, limpia y moderna. Por ello, es recomendable potenciar la luz natural en todas las estancias. Cortinas abiertas, persianas subidas y espejos estratégicamente colocados ayudarán a reflejar la luz exterior.
En visitas programadas al atardecer o en días nublados, conviene encender luces cálidas y evitar bombillas de tono azulado o fluorescente. La iluminación debe ser uniforme, sin rincones oscuros. En espacios como el salón o el dormitorio, puede añadirse alguna lámpara auxiliar que refuerce la sensación de calidez.
Aromas: el poder invisible del olfato
El olfato tiene una conexión directa con las emociones. Un aroma agradable puede evocar recuerdos positivos y favorecer una actitud receptiva por parte del visitante. Por el contrario, olores fuertes o poca ventilación generan rechazo inmediato.
Música: sutil aliada del ambiente
Aunque no es habitual en todas las visitas inmobiliarias, la música puede convertirse en un recurso emocional muy eficaz si se utiliza con moderación. Sonidos suaves, como jazz instrumental, música clásica ligera o listas ambientales, pueden ayudar a reducir la tensión del visitante y favorecer una experiencia sensorial más envolvente.
Orden y neutralidad: menos es más
El exceso de objetos personales, muebles voluminosos o decoraciones recargadas puede dificultar que el visitante imagine la vivienda como su futuro hogar. Por ello, se recomienda despejar las estancias y apostar por una decoración neutra.
En su lugar, se pueden incorporar elementos decorativos sencillos como cojines lisos, jarrones con flores frescas o cuadros abstractos. Todo ello ayuda a generar una imagen cuidada y pulida sin caer en artificios.
Pequeños detalles que suman
Textiles renovados: cortinas limpias, sábanas nuevas o toallas bien dobladas transmiten higiene y cuidado.
Baños ordenados y relucientes: sin productos a la vista, con una alfombrilla seca y una planta decorativa o vela.
Cocina despejada: encimera limpia, sin electrodomésticos a la vista y con algún detalle visual como un frutero o una planta aromática.
Temperatura adecuada: ni frío ni calor excesivo. Una climatización confortable mejora la experiencia del visitante.
El componente emocional en la decisión de compra
Aunque la decisión de adquirir una vivienda se basa en múltiples factores racionales, no puede obviarse la dimensión emocional. Las técnicas de home staging contribuyen precisamente a estimular esa respuesta positiva inicial que puede inclinar la balanza.